Su nombre era Magdalena Solís y fue la líder de un culto, en el que se practicaron ritos sexuales y se cometieron crímenes, en los que los involucrados bebían la sangre de las víctimas.
La historia de Magdalena Solis es tan sanguinaria que nos hace preguntarnos…¿Es esto producto de un fuerte trastorno de delirios mesiánicos, o hay algo de cierto en toda esta tétrica leyenda?
En el México rural de la década de los 60, hay una líder sectaria que presume de ser la reencarnación de Coatlicue, una de las diosas aztecas más temidas y respetadas de esta mitología.
En este episodio te contamos la vida de esta fanática religiosa, adicta al sexo, que engañó a una comunidad, al tiempo que los obligaba a participar en orgías y a cometer sacrificios humanos.