Un grupo de niñas que invocan a un ente travieso al jugar al libro rojo. Un juego con naipes que nos recuerda a los pactos con el mal. Y un espíritu con malas intenciones que sigue durante años a una joven.
A finales del siglo XIX los espiritistas buscaban, a través de distintos experimentos y rituales, el contacto con el más allá. No todas estas invocaciones fueron exitosas, la gran mayoría de estas sesiones fueron desenmascaradas y explicadas por la comunidad científica de la época. Sin embargo, muchas de estas prácticas que en la actualidad son consideradas y hasta comercializadas como “juegos de niños”, han tenido consecuencias siniestras.
Estos son nuestros testimonios en Enigmas Sin Resolver.